La lucha contra el cambio climático supone un desafío complejo que requiere un esfuerzo continuo y coordinado por parte de una amplia selección de actores estratégicos. El papel de la administración y las instituciones es crucial a la hora de plantear una hoja de ruta eficaz y consensuada entre ellos.

Según el Banco Mundial, el cambio climático podría llevar a la pobreza a cien millones de personas en 2030. Además, su capacidad para generar disrupciones en el PIB de comunidades, países y continentes enteros señala el ámbito económico como contexto de especial interés.

Por suerte, la Comunitat Valenciana cuenta con una amplia red de asociaciones medioambientales específicas cuya labor resulta fundamental tanto en el ámbito de la concienciación ciudadana como en la puesta en marcha de iniciativas reales que tienen por objetivo frenar el cambio climático y proteger nuestro entorno más inmediato.

Atenuar el cambio climático supone un desafío global en el que, no obstante, todas las personas podemos aportar soluciones a través de un cambio de hábitos consciente y sostenido en el tiempo. De pequeños gestos a título particular que, no obstante, ayudan a consolidar los esfuerzos desarrollados desde otros ámbitos.

Luchar contra el cambio climático supone la adopción de una estrategia y un esfuerzo sostenido en el tiempo que debe hacer partícipe a todas las generaciones. Por eso, la educación es una herramienta fundamental a la hora de ayudar a la juventud a adoptar o modificar conductas, transformándola tanto en referente como en parte de la solución.

Con frecuencia, se señala a nuestras ciudades como principales responsables de las emisiones de efecto invernadero. Pero también pueden ser un inmejorable laboratorio de pruebas para el desarrollo, crecimiento y difusión de tecnologías, planteamientos e iniciativas sostenibles con el potencial de establecerse como un importante freno al calentamiento global.

Cada vez más empresas de la Comunitat Valenciana son conscientes del papel fundamental que deben jugar en al ámbito de la lucha contra el cambio climático. Vinculando su compromiso medioambiental a evoluciones reales en sus modelos de negocio y a iniciativas responsables que, además, comienzan a percibirse como verdaderas ventajas competitivas.

La capacidad de los medios de comunicación online y offline para subrayar la importancia del cambio climático y mantenerlo en la conversación social es fundamental a la hora de transmitir de manera fiel y responsable lo mucho que nos jugamos todos con este fenómeno.

Aunque, a menudo, las manifestaciones culturales se asocian exclusivamente a contextos como el arte y el entretenimiento, debemos considerarlas también como una poderosa herramienta de concienciación y transformación. Como mecanismos que nos muevan a reflexionar y nos muevan a la acción en el ámbito de la responsabilidad medioambiental.